jueves, 2 de agosto de 2007

Disculpas

Quiero pedirles disculpas a todos por este prolongado “silencio de radio”.

Sepan que estamos todos bien: el martes 31 por la mañana nos dieron las respectivas altas en la clínica y el abuelo Luis se hizo un rato para acudir a la Trinidad y llevarnos a casa. Así tuvo el placer de ver el primer paseo en coche de Helenita (lástima que estaba manejando y no pudo ver mucho).

Llegar a casa fue mucho mejor, un verdadero placer. No más enfermeras, no más gente entrando en cualquier momento (doctores, nurses, enfermeras, camareras e inclusive una fotógrafa, una promotora de OSDE y una persona del sanatorio que quería vendernos el servicio de Internet en la habitación).

Ahora estamos solos los dos flamantes padres, armando nuestras nuevas rutinas. Alejandra se preocupa sobre todo de la lactancia, que en este momento requiere casi media hora de preparación previa entre paños calientes y masajes. Estuvimos trabajando con el Conde Calostro y ahora tratamos de esquivar la Monstruosa Mastitis. Yo no entiendo mucho de eso, para mí son como los luchadores de Titanes en el Ring (referencia sólo para nuestra generación). Esto es además cada cuatro horas, lo que no nos deja mucho tiempo.

Yo hago un poco de todo, trato de organizar y mantener las cosas en vereda. La verdad, dormimos casi nada pero estamos muy contentos.

Todo esto nos requiere mucha energía y mucho esfuerzo de adaptación y muy poco descanso. Por eso, en este momento, nos estamos encerrando adentro y nos aislamos un poco. Puede ser un poco antipático, pero ya comprobamos en la clínica que atender a la gente, por más que nos encanta que nos visiten y nos llamen, AGOTA.

Así que bajé los timbres de todos los teléfonos y los celulares. La gente que llama puede dejar mensajes en el contestador, que anda bárbaro, y cuando tenemos un rato los escuchamos. Cuando tenemos tiempo y ganas (en mi caso, casi nunca: saben que odio el teléfono) respondemos los llamados.

Todavía no pude tampoco responder los emails, tengo más de 60 y cada uno merece una respuesta, aunque sea mínima. Es impresionante el cariño que nos demuestran todos, lo agradecemos mucho, y les pedimos que tengan un poco de paciencia mientras nos recuperamos y ganamos experiencia.

También seguimos generando fotos, que me muero de ganas de compartir con ustedes: ni siquiera tuve tiempo de subirlas a este blog. Pero ya falta muy poco.

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