domingo, 28 de diciembre de 2008

El baño con el sapito


Durante bastante tiempo usamos un sapito de plástico, que se adhiere con ventosas al piso de la bañera y le da seguridad al bebé.
Esta fue la segunda etapa del baño, cuando ya no entraba en la bañerita de bebés debajo del cambiador. Usamos la bañera grande y el sapito nos aseguraba que no se fuera a caer al agua. Además, es muy divertido: los dos ojos giran y hacen ruido, tiene unas ruedas de paletas, una bocina y hasta tira un chorrito de agua.
Fue un préstamo del padrino Emilio que nos resultó sumamente útil y que Helena disfrutó por bastante tiempo.

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