La primera foto muestra más de cerca las ofrendas de pañuelos que comenté en la entrada anterior, pero también deja ver una pequeña réplica de hermita nazarena al fondo. Está dedicada a San José.
Hicimos el ascenso por las estaciones del Vía Crucis. En cada una había un grupo escultórico representando la escena correspondiente. El camino iba por la ladera de un cerrito, empedrado, y rodeado por un bosquecillo de eucaliptos. Al final, en la cima, se yergue un altísimo Cristo crucificado, rodeado de exvotos, placas de agradecimiento y una ofrenda que no he visto en otras partes: en la barandilla que rodea la plataforma de su base, cientos de pañuelos atados, de todos los colores.
Otro día lluvioso hicimos el ascenso del Vía Crucis. También está en un pequeño cerro. Como es una especie de escalera, no llevamos el cochetio, sino que portamos a la bebé en la Wawita.Aquí vemos fotos del inicio. La tercera es de una capilla que hay casi al principio, sobre una réplica de la gruta de Santa Bernardita en Lourdes.
Aquí tenemos dos comidas distintas, en completa oposición. La una es una cena, en un restaurante, y se ve a Helenita y Alejandra en el centro y la izquierda. La otra es un almuerzo preparado por mí (comida casera), en la cabaña, y se ve a Carlos sobre el costado derecho.
En la cima, además del mirador, también hay un castillo morisco. Una modesta imitación de un trozo de Andalucía o tal vez de la Alhambra. Funciona como confitería, restaurante y salón de fiestas, pero sólo los fines de semana, y estaba cerrado cuando llegamos. De todos modos, es una vista muy agradable y un detalle original. También hay un monumento a San Martín, como corresponde.
EL Parque Independencia está en una pequeña sierra o lomada, y hay un camino que asciende. Es una vía ancha y pavimentada, por donde los coches pueden llegar al mirador que, como dice el cartel, está a 286,5 msnm. A lo largo del camino hay excelentes vistas de Tandil, y desde el mirador se puede apreciar una vasta panorámica.
A poco de andar por el Parque, llegamos a un enorme portón con aire de alcázar. Es uno de los caminos principales por donde pueden pasar peatones y vehículos. A su vera tomamos unos mates antes de empezar la subida.
El segundo día de nuestras vacaciones seguía lloviznando persistentemente. Pero eso no nos impidió ir a conocer el Parque Independencia, que estaba a cinco cuadras del Apart (bueno, una de las puntas estaba a cinco cuadras).
Estas son de las primeras fotos que tomamos en la cabaña del apart-hotel donde nos alojamos.
En la plaza había una glorieta. A Alejandra le encantan, y no perdió la ocasión de fotografiarse con Helenita.
Al principio de nuestras vacaciones el tiempo estuvo horrible, pero igual no nos privamos de salir y recorrer Tandil. Así llegamos en un día gris al centro tradicional de Tandil, la Plaza. Centro y corazón de cualquier pueblo fundado por españoles, con la Municipalidad, el Banco y la Iglesia alrededor. También estaba el Fuerte Independencia, el origen de todo el pueblo.
